El enfrentamiento entre Roma y Lille en la fase de grupos de la Europa League 2025/26 se transformó en un partido inolvidable gracias a una serie de penales que marcaron un episodio verdaderamente insólito en la historia de la competición.
A pesar de que el equipo italiano se encontraba perdiendo 1-0 en su estadio, el Olímpico de Roma, tuvo tres oportunidades para igualar el marcador desde el punto penal. Sin embargo, el portero turco Berke Özer se convirtió en el gran protagonista de la noche, logrando atajar cada uno de los intentos de la Roma, algo que dejó a los aficionados y jugadores completamente sorprendidos.
La Secuencia Inédita de Penales en Roma vs Lille
- Primer penal: Artem Dovbyk fue el encargado de ejecutar la primera pena máxima. Özer logró detener el disparo, pero el árbitro ordenó repetirlo debido a una invasión del área.
- Segundo penal: Dovbyk tuvo otra oportunidad, pero nuevamente se encontró con Özer, quien desvió el balón con gran habilidad. Sin embargo, esta vez el árbitro decidió que se repitiera el penal, ya que el arquero se adelantó antes de tiempo.
- Tercer penal: El siguiente intento fue ejecutado por Matías Soulé, pero una vez más, Özer adivinó la dirección y evitó el gol, provocando la incredulidad del público y dejando claro su dominio durante la noche.
Un Hecho Histórico en la Europa League
La repetición de dos penales consecutivos por diferentes infracciones ya es una rareza en el fútbol, pero lo realmente extraordinario fue que Özer consiguiera atajar todos los intentos. Este hecho se convierte en uno de los momentos más impresionantes de la temporada y será recordado por los hinchas de ambos equipos como uno de los episodios más insólitos vividos en la Europa League.
A pesar de las atajadas heroicas de Özer, la Roma no logró recuperar el marcador y perdió 1-0 ante Lille, dejando un registro que ha sido ampliamente comentado en toda Europa.
Este increíble episodio no solo resalta las destrezas del arquero turco, sino que también deja claro que, en el fútbol, los momentos inesperados siempre están a la vuelta de la esquina.
